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Razones neurológicas por las cuales no puedes dormir bien por la noche

Causas neurológicas del insomnio

El insomnio, también conocido como insomnio, es uno de los trastornos del sueño más comunes que afecta a millones de personas en todo el mundo. Aunque muchas personas asocian el insomnio con el estrés o malos hábitos de higiene del sueño, la causa real puede ser mucho más compleja. Las causas neurológicas del insomnio son complejas y pueden involucrar disfunciones en ciertas partes del cerebro que regulan el sueño o cambios en el sistema nervioso que afectan nuestro ciclo del sueño. Vamos a profundizar en cómo funciona el cerebro cuando no podemos dormir y por qué las causas neurológicas del insomnio a menudo se subestiman.

Cómo regula el cerebro el sueño

El sueño es esencial para nuestra regeneración física y mental, pero su regulación es mucho más complicada de lo que podríamos pensar. El tronco del encéfalo, el hipotálamo y el tálamo juegan un papel clave en el control de nuestro ciclo del sueño. Estas áreas del cerebro trabajan juntas para que nuestro cuerpo pase correctamente entre el estado de vigilia y el de sueño.

Hipotálamo y ritmos circadianos

Una de las áreas más importantes para la regulación del sueño es el hipotálamo, que participa en el control de los ritmos circadianos. Estos ritmos son los "relojes" internos de nuestro cuerpo que determinan cuándo estamos cansados y cuándo estamos alertas. Cuando el hipotálamo no funciona correctamente, puede haber una interrupción de estos ritmos, lo que lleva a problemas de sueño.

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El hipotálamo también controla la liberación de melatonina, una hormona que indica al cuerpo que es hora de dormir. Si la producción de melatonina se ve alterada, por ejemplo, debido a la exposición a luz brillante por la noche o a disfunciones neurológicas, puede ser difícil conciliar el sueño a una hora normal.

Tálamo y transmisión de información

Otra área importante es el tálamo, que durante el sueño ayuda a bloquear las señales sensoriales del entorno para que no nos molesten. En personas con trastornos neurológicos, como la esclerosis múltiple, el tálamo puede funcionar de manera anormal, lo que significa que el cerebro recibe constantemente señales disruptivas incluso durante la noche. Esto conduce a despertares frecuentes o a un sueño superficial.

Causas neurológicas del insomnio: El papel clave de los neurotransmisores

Además de las partes individuales del cerebro, los neurotransmisores, que son sustancias químicas que transmiten señales entre las células nerviosas, también desempeñan un papel importante. Los dos neurotransmisores más significativos en la regulación del sueño son GABA (ácido gamma-aminobutírico) y la serotonina.

  • GABA es el principal neurotransmisor inhibidor en el cerebro, que reduce la actividad nerviosa y ayuda al cuerpo a relajarse. Su deficiencia o actividad reducida puede llevar a la incapacidad del cuerpo para relajarse lo suficiente, lo que posteriormente conduce al insomnio.
  • Serotonina, que a menudo se asocia con el estado de ánimo, también juega un papel en el sueño, especialmente en la fase de sueño REM. Los niveles reducidos de serotonina pueden causar problemas para conciliar el sueño y afectar la calidad del sueño.

Los problemas con los neurotransmisores pueden tener diversas causas, desde factores genéticos hasta influencias ambientales como el estrés o el uso excesivo de estimulantes, como la cafeína.

Trastornos neurológicos y su influencia en el insomnio

Existen diversas enfermedades neurológicas que tienen el insomnio como uno de sus síntomas secundarios. Por ejemplo, los pacientes con enfermedad de Parkinson o Alzheimer a menudo sufren trastornos del sueño que pueden empeorar con el progreso de la enfermedad.

Enfermedad de Parkinson e insomnio

La enfermedad de Parkinson es una enfermedad degenerativa que afecta el movimiento y a menudo conduce a temblores y rigidez muscular. En pacientes con enfermedad de Parkinson, el insomnio es común debido a cambios en las estructuras cerebrales que afectan no solo las funciones motoras, sino también el sueño. Los pacientes pueden tener problemas para mantener el sueño y a menudo se despiertan debido a la incomodidad causada por la rigidez muscular.

Enfermedad de Alzheimer y ciclo del sueño

Al igual que la enfermedad de Parkinson, la enfermedad de Alzheimer también causa alteraciones en el ciclo del sueño. Una de las posibles causas es el deterioro del núcleo supraquiasmático (parte del hipotálamo), que controla los ritmos circadianos. En pacientes con enfermedad de Alzheimer, es común que tengan problemas para conciliar el sueño y que se despierten frecuentemente durante la noche.

Estrés e insomnio

Uno de los factores más comunes que contribuyen al insomnio es el estrés. El estrés crónico activa el sistema nervioso simpático, que es responsable de la respuesta de "lucha o huida". Cuando el sistema nervioso simpático está constantemente activado, el cuerpo se encuentra en alerta y se resiste a la relajación y el sueño.

Este estado elevado de alerta puede persistir incluso cuando intentamos dormir, lo que causa dificultades para lograr un sueño tranquilo. El cerebro en este estado está constantemente monitoreando el entorno, lo que dificulta conciliar el sueño y reduce la cantidad total de sueño profundo.

El sistema nervioso parasimpático, que por el contrario promueve el descanso y la regeneración, se ve suprimido en tales casos. Esto lleva a que, incluso cuando el cuerpo está cansado, no pueda pasar al estado de sueño, creando un círculo vicioso de insomnio.

Apnea del sueño

Otra causa neurológica del insomnio es la apnea del sueño, un trastorno en el que se producen interrupciones repetidas de la respiración durante el sueño. Estas interrupciones a menudo son causadas por alteraciones en el cerebro que afectan el control de la respiración. El cerebro envía señales incorrectas a los músculos que mantienen abiertas las vías respiratorias, lo que lleva a su colapso y al consiguiente despertar.

Las personas con apnea del sueño no tratada a menudo se despiertan muchas veces durante la noche, aunque no sean conscientes de ello. Como resultado, su sueño es fragmentado y no reparador, lo que conduce a fatiga diurna, irritabilidad y otras complicaciones de salud.

Soluciones para el insomnio neurológico

El tratamiento del insomnio que tiene causas neurológicas puede ser complejo y requiere un enfoque multidisciplinario. En algunos casos, se puede recomendar una solución farmacológica, como medicamentos que ayudan a regular los niveles de neurotransmisores. Alternativamente, también pueden ser efectivas terapias conductuales que ayudan a reducir el estrés y restaurar una higiene del sueño adecuada.

Técnicas como la terapia cognitivo-conductual (TCC) son efectivas para ayudar a los pacientes a cambiar sus patrones de pensamiento sobre el sueño, lo cual puede ser clave para mejorar la calidad del sueño a largo plazo. La atención plena y la meditación pueden ayudar a reducir la actividad del sistema nervioso simpático y promover una relajación profunda.

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