Diente de león (Taraxacum officinale)
Otros nombres: Diente de león, Diente de león, Diente de león, Alfalfa
Puntuación de daños: 1 (Sustancias naturales)
El diente de león (Taraxacum officinale), también conocido como diente de león, espinilla, alfalfa, algodoncillo o diente de león, es una planta muy común cuyo uso es realmente amplio. Esta hierba perenne perteneciente a la familia de las estrellas crece en casi toda la República Checa. Encuentra su lugar en prados, campos en barbecho, terraplenes, jardines, parques, pero también en diversas basuras. Además de su innegable belleza, el diente de león tiene efectos curativos. Son estos efectos los que la convierten en una planta muy utilizada en medicina y cosmética.
El diente de león se caracteriza por un gran número de sustancias valiosas, entre las que predominan el magnesio, el potasio, el calcio, el hierro, el manganeso, pero también las vitaminas A, B, C y D. La medicina utiliza sobre todo la raíz de diente de león, que tiene importantes efectos desintoxicantes. Favorece la digestión, la función hepática y renal, ayuda con los problemas de vesícula biliar y también tiene efectos diuréticos. Por ello, la raíz de diente de león se encuentra en una amplia gama de tés y extractos desintoxicantes. En cosmética se utilizan sobre todo las flores de diente de león. Su extracto se añade a cremas, mascarillas y aceites para pieles sensibles, ya que tiene fuertes efectos antiinflamatorios y calmantes. Además, el diente de león actúa como antioxidante, por lo que es adecuado para tratar pieles maduras y envejecidas. Menos conocido, pero cada vez más común, es el uso del diente de león en la industria alimentaria: las hojas jóvenes pueden comerse en ensaladas y la raíz se utiliza como sustituto del café.