Lisozima
Otros nombres: 1-4-Beta-N-Acetilmuramidasa
Puntuación de daños: 2 (Derivados de sustancias naturales)
La lisozima es una enzima natural que se caracteriza por su capacidad para destruir células bacterianas rompiendo sus paredes celulares. Esta enzima, cuyos otros nombres son 1-4-Beta-N-Acetilmuramidasa o muramidasa, fue descubierta por primera vez en 1922 por el bacteriólogo británico Frederick Twort. Después de que el bioquímico británico Alexander Fleming descubriera los efectos antibióticos de la lisozima, la enzima empezó a utilizarse en la práctica médica como tratamiento de las infecciones del tracto urinario, las infecciones oculares e incluso como tratamiento para la prevención de la caries dental.
La lisozima también se utiliza en la industria alimentaria, sobre todo en la producción de queso, donde sirve para inhibir el crecimiento de bacterias y mohos no deseados. La enzima también se añade a ciertos tipos de queso para evitar la formación de gases que podrían provocar grietas indeseadas. En la industria cosmética, la lisozima se utiliza a menudo en productos como jabones, champús y mascarillas faciales debido a sus propiedades bactericidas. Otro uso de la lisozima es en bebidas como el vino o la cerveza, donde actúa como conservante natural. Además, también se utiliza en la agricultura, concretamente en la avicultura, donde puede servir como alternativa a los antibióticos.