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Prefiera lasaña ligera de verduras

Lasagna de verduras se ha convertido en el símbolo del enfoque moderno hacia la alimentación: saludable, sabroso y sostenible. Este plato es una hermosa prueba de que incluso sin carne se puede crear una comida completa, sustanciosa y satisfactoria que atrae no solo a los vegetarianos. Mientras que la lasagna clásica con carne molida es contundente y pesada, la lasagna de verduras ofrece una alternativa más ligera llena de vitaminas, colores y sabores. Y lo que es más, cuando se prepara correctamente, sabe literalmente divino.

La combinación de verduras con un suave bechamel, hierbas y queso gratinado crea una armonía a la que sucumbirá incluso aquel que normalmente no puede imaginar una comida sin carne. Además, esta receta da espacio para la creatividad, permitiendo que cada uno la adapte según su gusto y lo que encuentre en el refrigerador.

Qué necesitarás:

  • 1 berenjena
  • 1 calabacín
  • 2 pimientos rojos
  • 2 zanahorias
  • 1 cebolla grande
  • 2 dientes de ajo
  • 400 g de tomates pelados (enlatados o frescos)
  • 2 cucharadas de puré de tomate
  • Albahaca y tomillo frescos (se pueden usar secos)
  • Aceite de oliva
  • Sal y pimienta
  • 500 ml de leche entera
  • 50 g de mantequilla
  • 50 g de harina
  • Una pizca de nuez moscada
  • Placas de lasagna (idealmente integrales o sin huevo)
  • Queso rallado para gratinar (mozzarella, parmesano o una combinación de ambos)

Instrucciones de preparación:

  1. Primero, prepara la base de verduras. Pica finamente la cebolla y sofríela con aceite de oliva hasta que esté translúcida. Añade el ajo picado, luego la zanahoria, el pimiento, la berenjena y el calabacín cortados en trozos pequeños. Sofríe todo durante varios minutos hasta que las verduras se ablanden y adquieran un color ligeramente dorado.
  2. Luego añade los tomates, el puré de tomate, las hierbas picadas, sal y pimienta. Deja cocer a fuego lento durante unos 15 minutos hasta que la mezcla espese y los sabores se mezclen bien.
  3. Mientras tanto, prepara la salsa bechamel. En una cacerola pequeña, derrite la mantequilla, añade la harina y crea un roux claro. Agrega gradualmente la leche mientras remueves constantemente para evitar grumos. Cocina hasta que espese, luego sazona con sal, pimienta y nuez moscada.
  4. Toma un molde para gratinar y comienza a colocar capas: primero un poco de bechamel, luego las placas de lasagna, la mezcla de verduras, bechamel y nuevamente lasagna. Continúa así hasta que uses todos los ingredientes. La última capa debe ser de bechamel con queso.
  5. Hornea en un horno precalentado a 180 °C durante 40-45 minutos. Después de sacarla del horno, deja reposar la lasagna al menos 10 minutos; se cortará mejor y los sabores se desarrollarán aún más.


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¿Por qué preferir la lasagna de verduras?

La lasagna de verduras no es solo una tendencia de los últimos años, sino una elección racional para cualquiera que busque comer de manera más equilibrada y consciente. En comparación con la lasagna clásica con carne, tiene un contenido más bajo de grasas saturadas y colesterol, lo que la hace más amable no solo para nuestro corazón, sino también para la digestión. Sin embargo, gracias a la fibra natural contenida en las verduras, también sacia durante más tiempo.

Otro beneficio indiscutible es la variedad de sabores y colores: cada verdura aporta al plato un tono diferente, una textura distinta y un carácter único. La lasagna no es un plato aburrido, sino un mosaico colorido de sabores que deleita no solo las papilas gustativas sino también la vista. Además, si optas por verduras de temporada y locales, contribuirás no solo a tu salud, sino también al planeta.

Por último, pero no menos importante, cabe mencionar que la lasagna de verduras es una excelente oportunidad para introducir más verduras en la dieta de los niños, la pareja o cualquiera que normalmente evite las verduras. En su versión gratinada y con un toque de bechamel, las verduras saben diferente: dulce, suave, casi cremosa.

La lasagna de verduras no es solo una alternativa; es un plato completo que puede convertirse en la estrella de cualquier mesa. Si le das una oportunidad, probablemente ya no sentirás la necesidad de volver a las versiones pesadas con carne. Prepárala con amor, juega con los sabores y descubre qué tan diverso puede ser el mundo de la cocina vegetal. ¡Buen provecho!

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