
AHA y BHA ácidos son la clave para una piel más saludable y satisfacción

Ácidos AHA y BHA
En los últimos años, las siglas AHA y BHA se han vuelto cada vez más comunes en las etiquetas de cosméticos. Pueden sonar un poco científicas o complicadas, pero detrás de ellas se esconden ácidos naturales que tienen un impacto fundamental en la salud y apariencia de nuestra piel. ¿Qué significan exactamente AHA y BHA, en qué se diferencian y por qué tanto dermatólogos como expertos en cosmética confían en ellas?
A primera vista, esto puede parecer otra moda en el mundo del cuidado de la piel, pero los ácidos AHA (alfa-hidroxiácidos) y BHA (beta-hidroxiácidos) tienen una larga tradición en el cuidado cosmético respaldado científicamente. Los cosmetólogos ya conocían sus efectos mucho antes de que se volvieran virales en las redes sociales. Hoy en día, se están convirtiendo en una parte común de la rutina diaria de muchas personas que desean una piel más suave, uniforme y radiante.
¿Qué son los ácidos AHA y BHA?
Ambos grupos de ácidos pertenecen a la categoría de exfoliantes químicos: sustancias que ayudan a eliminar las células muertas de la piel y, por lo tanto, promueven la renovación de la piel. A diferencia de los exfoliantes mecánicos, que pulen la piel con granos, los AHA y BHA actúan de manera más suave y profunda. Por lo tanto, son adecuados incluso para tipos de piel más sensibles, si se usan correctamente.
Alfa-hidroxiácidos (AHA) son solubles en agua y actúan principalmente en la superficie de la piel. Los más comunes son el ácido glicólico (de la caña de azúcar), láctico (de la leche o fermentación) o mandélico (de almendras amargas). Los ácidos AHA ayudan a eliminar células muertas, mejoran la estructura de la piel, iluminan y suavizan pequeñas arrugas.
Beta-hidroxiácidos (BHA) son solubles en grasa y pueden penetrar más profundamente en los poros. El más conocido es el ácido salicílico, que actúa como un potente agente antiinflamatorio y antibacteriano. Gracias a su capacidad para limpiar poros obstruidos, es popular especialmente entre personas con piel grasa, acné o puntos negros.
¿Cómo saber qué ácido es adecuado para ti?
No hay una respuesta universal, ya que cada piel es diferente. Sin embargo, existen pautas generales que pueden ayudarte a orientarte:
- Si tienes piel seca, apagada o envejecida, apuesta por los ácidos AHA: ayudan a eliminar las áreas escamosas, aumentan la hidratación y promueven la producción de colágeno.
- Si te preocupa la piel grasa, poros dilatados o acné, opta por BHA: el ácido salicílico penetra profundamente en los poros y calma las inflamaciones.
- Si tienes piel sensible, elige productos con menor concentración (por ejemplo, 2 % de BHA o 5 % de AHA) y agrégalos a tu rutina lentamente.
Los expertos recomiendan comenzar usándolos 1-2 veces por semana y observar cómo reacciona la piel. Un error común es usarlos demasiado rápido y con demasiada frecuencia, lo que puede llevar a irritación, enrojecimiento o alteración de la barrera cutánea.
Pruebe nuestros productos naturales
AHA y BHA en el cuidado diario de la piel
Incorporar AHA y BHA en tu rutina cosmética no es tan complicado como podría parecer. Hoy en día, los encontramos en diversas formas: tónicos, sueros, mascarillas o cremas nocturnas. Sin embargo, siempre es importante: prestar atención a la composición y concentración, y sobre todo usar productos de calidad de marcas confiables.
Cuando se usan exfoliantes químicos, es esencial proteger la piel del sol. Los AHA aumentan la sensibilidad de la piel a la radiación UV, por lo que un protector solar SPF 30 o más es indispensable. Incluso en invierno.
También es bueno saber que los ácidos AHA y BHA no se mezclan con algunos otros ingredientes activos, como el retinol o la vitamina C, si recién estás comenzando a trabajar con tu piel. La simplicidad es apropiada: un exfoliante, una crema hidratante y protección solar pueden hacer más que diez productos sin un efecto claro.
Cómo los ácidos han transformado la piel
Pavla, una diseñadora gráfica de treinta años de Brno, luchó durante años con el acné. Probó de todo, desde mascarillas naturales hasta tratamientos dermatológicos. "Fue solo cuando comencé a usar regularmente el ácido salicílico que ocurrió el milagro", dice. "Mi piel se calmó en un mes y los puntos negros que me atormentaban desde la adolescencia desaparecieron literalmente." Hoy usa un suave tónico BHA cada dos días y nunca olvida el SPF.
Historias similares se encuentran por miles en Internet. Aunque es importante tomar las reseñas con precaución, a menudo ayudan a dirigir a las personas en la dirección correcta. Es importante ser paciente: el efecto de los ácidos no se manifiesta de la noche a la mañana, pero con el uso adecuado, el resultado suele ser estable y duradero.
¿Son los ácidos adecuados para la cosmética natural y ecológica?
Una gran pregunta es cómo encajan los AHA y BHA en el concepto de cuidado natural de la piel. La respuesta es sorprendentemente sencilla: muchos de estos ácidos son de origen natural o carácter fermentado, por lo que se pueden encontrar en productos de cosmética natural o bio.
Por ejemplo, el ácido láctico se obtiene mediante la fermentación del azúcar y es un componente común en productos cosméticos con composiciones limpias. El ácido mandélico de almendras amargas es popular por su suavidad y adecuación para pieles sensibles o maduras. Algunas marcas que se especializan en el cuidado natural, como Evolve Organic Beauty o Madara, ofrecen productos exfoliantes efectivos sin aditivos sintéticos ni fragancias.
Gracias a esto, los ácidos AHA y BHA también se convierten en parte de un estilo de vida ecológico y ético, donde se combinan conocimientos científicos con sostenibilidad. Los fabricantes son conscientes de que no tiene sentido traer belleza a expensas de la salud del planeta, y por eso surgen productos que son efectivos y al mismo tiempo respetuosos con el medio ambiente y nuestra piel.
Cuando la cosmética se convierte en un ritual
El cuidado de la piel no se trata solo de técnica e ingredientes efectivos. También se trata de rituales que nos brindan una sensación de seguridad, calma y cuidado personal. En un mundo acelerado y lleno de estrés, la rutina nocturna con un suave tónico exfoliante y suero hidratante puede ser un momento de tranquilidad, y un tiempo dedicado solo a nosotros mismos.
Como dice la dermatóloga Whitney Bowe: "El cuidado de la piel no es superficial. Es una forma de mostrar respeto al cuerpo que nos lleva cada día." Y los ácidos AHA y BHA pueden ser una gran herramienta para ello, si se usan con respeto y conocimiento de su poder.
La piel, al igual que nosotros, necesita tiempo, paciencia y la nutrición adecuada. Y a veces, una pequeña ayuda química del reino de la naturaleza.