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Este pastel de kéfir con requesón y fruta tienes que probarlo

Pastel de kéfir con requesón y frutas: esponjoso, suave y deliciosamente perfecto

El pastel de kéfir con requesón y frutas es uno de esos postres que inmediatamente gana popularidad debido a su combinación única de masa esponjosa, requesón cremoso y frutas refrescantes. Este pastel no solo sabe delicioso, sino que también es muy fácil de preparar, lo que lo convierte en una elección ideal para hornear rápidamente o para ocasiones en las que deseas ofrecer algo especial a tus invitados.

¿Por qué es tan especial el pastel de kéfir?

Uno de los principales motivos por los que el pastel de kéfir con requesón y frutas es tan popular es su consistencia. Gracias al kéfir, la masa no solo tiene una estructura suave y esponjosa, sino que también permanece tierna varios días después de horneada. Además, el kéfir le da al pastel un ligero toque ácido que equilibra maravillosamente la dulzura del requesón y las frutas. A diferencia de los postres comunes, que pueden secarse en pocas horas, este pastel mantiene su humedad hasta el día siguiente.

Masa perfecta - La base del éxito

Al preparar la masa, es importante prestar atención a la proporción correcta de ingredientes. La base es el kéfir, que no solo suaviza la estructura, sino que también ayuda a activar los agentes leudantes, lo que proporciona esponjosidad a la masa. La harina puede ser de trigo común, pero para una estructura más fina, se puede combinar con una variante suave o semigrosera.

Otro componente clave es la grasa – ya sea en forma de aceite o mantequilla derretida. Cada opción tiene sus ventajas: el aceite le da al pastel una humedad extra, mientras que la mantequilla aporta un delicioso aroma y sabor a mantequilla. Combinada con azúcar, huevos y polvo de hornear, se obtiene una masa que es suave, delicada y fácil de extender en el molde.

Para que los ingredientes se integren bien, es bueno dejar reposar la masa un momento. Este paso no es necesario, pero ayuda a que la masa alcance una mejor consistencia.

Capa de requesón - Cremosa y deliciosa

El requesón desempeña un papel importante en este pastel. Gracias a él, el postre no solo es más sabroso, sino también más interesante en términos de textura. El requesón utilizado puede ser suave o grumoso, dependiendo de la consistencia que prefieras. Si deseas una capa realmente lisa y cremosa, puedes mezclar el requesón con un poco de crema o yogur.

El requesón ligeramente endulzado no solo le da al pastel un sabor rico, sino también ligereza, que se combina maravillosamente con la masa esponjosa. Para realzar aún más el sabor, se puede añadir extracto de vainilla o ralladura de limón, lo que aporta un aroma refrescante.

Componente de frutas - Frescura y jugosidad

La elección de frutas en este pastel es absolutamente clave. Cada tipo aporta una dimensión de sabor diferente. Las fresas añaden una dulzura suave, los arándanos aportan un ligero toque ácido, los albaricoques y melocotones brindan una agradable jugosidad, y las grosellas o frambuesas añaden un contraste refrescante. Si deseas un sabor aún más intenso, puedes cocinar parte de la fruta con un poco de azúcar y dejar que se caramelice ligeramente antes de añadirla al pastel.

Al usar frutas frescas es bueno envolverlas ligeramente en harina para que no se hundan en la masa durante el horneado y queden bien distribuidas. Por otro lado, si optas por frutas congeladas, es recomendable dejarlas descongelar ligeramente y eliminar el exceso de agua para que no afecten la consistencia de la masa.

Horneado y acabado final

El horneado correcto es crucial para un resultado perfecto. Lo ideal es hornear el pastel a temperatura media, alrededor de 170–180 °C, para que se cocine de manera uniforme y quede maravillosamente húmedo. Si el pastel comienza a dorarse demasiado rápido por arriba, se puede cubrir con papel de hornear o papel de aluminio para que la capa superior no se queme y quede ligeramente dorada.

Después de hornear, es bueno dejar enfriar completamente el pastel para que los sabores se integren bien y la estructura se solidifique. Solo entonces se puede cortar y servir fácilmente. Si deseas disfrutar de una experiencia de sabor aún más intensa, puedes espolvorear ligeramente el pastel con azúcar glas o rociarlo con una salsa de frutas casera antes de servir.

Ya sea que busques inspiración para hornear el fin de semana o necesites un postre sencillo pero irresistible para una reunión familiar, el pastel de kéfir con requesón y frutas es una excelente elección. La combinación de masa esponjosa, requesón cremoso y frutas jugosas crea una combinación armoniosa perfecta, que deleitará a cualquier amante de los postres caseros.

La preparación no es complicada y, sin embargo, el resultado lo vale. Además, puedes adaptar la receta según tus preferencias personales: experimentar con diferentes tipos de frutas, añadir nueces o usar edulcorantes alternativos para una versión más saludable. El pastel de kéfir con requesón y frutas es simplemente versátil y siempre sabe genial.

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