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Síntomas de desequilibrio hormonal y qué se puede hacer al respecto

Cómo reconocer el desequilibrio hormonal y qué hacer al respecto

Todos tenemos días en los que no nos sentimos en nuestra mejor forma. A veces, es solo fatiga, otras veces mal humor o problemas para dormir. Pero, ¿qué pasa si no es solo un estado pasajero? ¿Y si detrás de estos problemas se esconde un desequilibrio hormonal?

Las hormonas son como directores invisibles de nuestro cuerpo. No solo regulan el ciclo reproductivo, sino también el metabolismo, el sueño, el humor, el hambre e incluso el estado de la piel. Cuando están en equilibrio, el organismo funciona como una máquina bien ajustada. Pero en cuanto uno de los jugadores se sale de control, todo el cuerpo lo siente. Y es entonces cuando comienzan a aparecer síntomas que a menudo pasamos por alto al principio.

¿Cómo reconocer que las hormonas no están en equilibrio?

Las manifestaciones de un desequilibrio hormonal son variadas y a menudo difieren según el género, la edad y la etapa de vida. Muchas veces se confunden con estrés, exceso de trabajo o incluso problemas psicológicos. Sin embargo, los síntomas más comunes de un desequilibrio hormonal tienen un denominador común: a largo plazo, afectan la calidad de vida.

Entre los síntomas más comunes se encuentran:

  • Menstruación irregular o su ausencia
  • Fatiga excesiva, incluso con suficiente sueño
  • Cambios de humor repentinos, irritabilidad, ansiedad
  • Problemas para dormir, insomnio o, por el contrario, somnolencia excesiva
  • Aumento del deseo por lo dulce o antojos incontrolables
  • Aumento de peso, especialmente en el área abdominal
  • Acné, especialmente en la adultez
  • Caída del cabello o su debilitamiento
  • Disminución de la libido
  • Manos y pies fríos, sensibilidad al frío
  • Piel seca, uñas quebradizas

¿Te suena familiar? No es de extrañar. Los cambios hormonales afectan a millones de personas, especialmente a mujeres, y a menudo se desarrollan de manera sutil a lo largo de semanas o meses. Especialmente después del parto, durante la perimenopausia o bajo estrés crónico, el cuerpo puede fácilmente perder el equilibrio.

¿Quién está más en riesgo?

El desequilibrio hormonal no solo afecta a las mujeres en la menopausia, como a menudo se cree erróneamente. También afecta a mujeres jóvenes, comúnmente durante la pubertad, el embarazo o después del parto. Pero los hombres también pueden sufrir una disminución de la testosterona, que se manifiesta en fatiga, disminución de la motivación o problemas de erección.

Especialmente preocupante es el aumento del número de mujeres jóvenes con síndrome de ovario poliquístico (PCOS), que está directamente relacionado con el desequilibrio hormonal. Esta condición puede, entre otras cosas, afectar la fertilidad, la calidad de la piel, el peso y el bienestar mental.

El culpable suele ser el estilo de vida: exceso de estrés, falta de sueño, dieta desequilibrada, sustancias químicas en cosméticos y el medio ambiente, así como el uso crónico de anticonceptivos hormonales o toxinas ambientales que alteran el sistema endocrino.


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La influencia oculta del entorno y el estilo de vida

Quizás te sorprenda saber que las hormonas son influenciadas por lo que comemos, cómo respiramos y dónde dormimos. Muchos productos de uso diario – desde envases de plástico hasta cosméticos y productos de limpieza – contienen los llamados disruptores endocrinos. Estas sustancias imitan o bloquean las señales hormonales en el cuerpo y, a largo plazo, pueden alterar el equilibrio.

Por ejemplo, los ftalatos comunes en perfumes, el BPA en botellas de plástico o los parabenos en cosméticos pueden afectar los niveles de estrógeno y conducir a una serie de problemas, incluida la infertilidad, la reducción de la inmunidad o problemas de tiroides.

Por ello, cada vez más personas recurren a alternativas más naturales – cosmética ecológica, limpieza no tóxica y un estilo de vida sostenible. Reducir la carga del cuerpo no solo significa "comer sano", sino también pensar en lo que aplicamos en nuestra piel cada día o qué productos usamos en el hogar.

¿Qué puedes hacer para restaurar el equilibrio?

Restaurar el equilibrio hormonal no es cuestión de un día. Requiere un enfoque paciente, un cambio general de hábitos y, en algunos casos, ayuda profesional. Uno de los pasos más importantes es escuchar a tu propio cuerpo y percibir las señales que emite.

¿Quieres tener al menos un poco de control sobre tus hormonas? Prueba algunas cosas sencillas que realmente pueden ayudarte con eso, por ejemplo, asegúrate de tener un sueño regular y de calidad, al menos las 7-9 horas recomendadas, y preferiblemente sin luz azul antes de dormir. Reduce el estrés, ya sea a través de yoga, ejercicios de respiración o simplemente sentándote y no haciendo nada de vez en cuando. En tu plato, incluye más grasas saludables, fibra y proteínas, y menos comidas industriales. Deja la cafeína y el alcohol para ocasiones especiales, ya que las glándulas suprarrenales y el hígado definitivamente no lo agradecen. No te excedas con el ejercicio – hazlo regularmente, pero no es necesario hasta el agotamiento. ¿Un extra? Cambia la química por cosas naturales – ya sea en cosméticos o productos de limpieza – tu cuerpo lo agradecerá.


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Un ejemplo es la historia de Lenka (35), quien después del parto sufrió de fatiga intensa, cambios de humor y problemas en la piel. Los médicos no encontraron la causa, así que empezó a investigar por sí misma. Eliminó las fragancias artificiales de sus cosméticos, reemplazó los productos de limpieza convencionales por ecológicos y comenzó a cocinar con ingredientes frescos. En tres meses notó cambios – no solo físicos, sino también psicológicos. "Por primera vez en mucho tiempo sentí que mi cuerpo respiraba de nuevo," dice.

¿Cuándo buscar un profesional?

Hay situaciones en las que un cambio de estilo de vida no es suficiente. Si los síntomas empeoran o persisten durante varios meses, es recomendable visitar a un endocrinólogo, ginecólogo o médico funcional. Mediante pruebas de sangre se pueden evaluar los niveles hormonales, incluyendo la tiroides, cortisol, estrógeno o progesterona.

En algunos casos, se puede prescribir un tratamiento dirigido, pero a menudo es suficiente con el apoyo herbal – como maca, alquemila, vitex o ashwaganda, que ayudan a armonizar el sistema hormonal de manera natural. Sin embargo, el efecto no se manifiesta de la noche a la mañana, hay que esperar varias semanas.

Como dice la conocida médica estadounidense Aviva Romm: "El equilibrio hormonal no es un lujo – es una necesidad básica para una vida saludable." Y precisamente su restauración puede ser la clave para que nos sintamos bien de nuevo en nuestro propio cuerpo.

En un momento en que el desequilibrio hormonal es un tema para cada vez más personas, cobra importancia un enfoque que enfatiza una visión integral de la salud – no solo sobre los síntomas, sino también sobre el entorno, la dieta, la psique y el ritmo de vida en general. Porque el cuerpo no es una máquina, sino una orquesta sensible que necesita ser afinada. Y eso comienza con decisiones cotidianas – lo que comemos, con qué nos untamos, cómo dormimos y cómo nos cuidamos.

El desequilibrio hormonal no es solo un diagnóstico – es una llamada de atención del cuerpo. Escuchar significa sanar.

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