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La cosmética no probada en animales es una elección ética que tiene sentido.

Cosméticos no probados en animales y su significado

Cuando hoy en día paseamos por los pasillos de las tiendas o navegamos en tiendas en línea en busca de una nueva máscara de pestañas, crema facial o gel de ducha, raramente pensamos en la historia detrás de estos productos. Sin embargo, cada vez más personas comienzan a preguntarse: ¿Está mi cosmético probado en animales? Esta pregunta no es solo una tendencia de moda, sino un reflejo de una conciencia más profunda y empatía hacia los seres vivos.

Los cosméticos no probados en animales se están convirtiendo en los últimos años no solo en una elección ética, sino también práctica para aquellos que quieren vivir de manera sostenible y con respeto hacia el mundo que los rodea. No se trata solo de lo que nos ponemos en la piel, sino de qué valores estamos apoyando.

¿Qué significa realmente "no probado en animales"?

Cuando en el envase aparece la leyenda "Cruelty-Free" o "no probado en animales", significa que el producto final ni sus componentes individuales han sido probados en animales. Esto no implica que el producto no haya sido probado en absoluto, simplemente se han utilizado otros métodos, como pruebas de laboratorio en cultivos celulares o simulaciones por computadora. Estos métodos alternativos suelen ser no solo más humanos, sino también más precisos y eficientes.

Es importante distinguir entre los términos "cruelty-free" y "vegano". La cosmética cruelty-free no está probada en animales, pero puede contener ingredientes de origen animal como miel o lanolina. Por otro lado, la cosmética vegana no contiene ingredientes de origen animal, pero no necesariamente es cruelty-free. La mejor opción es buscar productos que cumplan ambos criterios.

¿Por qué todavía se prueba en animales?

Puede sorprenderte que a pesar del alto nivel tecnológico, algunas empresas todavía recurren a la práctica obsoleta de probar en animales. Las razones varían, desde requisitos legales en algunos países (como en China), hasta falta de inversión en métodos de prueba modernos. Las pruebas en animales a menudo se realizan en conejos, ratones o cobayas, que son expuestos a sustancias irritantes en los ojos o la piel. Estas prácticas son generalmente consideradas crueles y no éticas.

La Unión Europea prohibió las pruebas de cosméticos en animales en 2013, pero eso no significa que todos los productos vendidos en la UE respeten completamente esta ley. Especialmente si la empresa opera fuera de la UE y se somete a otras legislaciones. Por eso es importante saber cómo orientarse y en qué marcas se puede confiar.

¿Cómo reconocer cosméticos no probados en animales?

No es necesario convertirse en detective para averiguar si tus cosméticos favoritos están fabricados éticamente. Existen varias certificaciones internacionalmente reconocidas que facilitan la decisión:

  • Leaping Bunny – Probablemente la certificación más reconocida, otorgada por una coalición de organizaciones de protección animal. Garantiza que ni el producto ni sus ingredientes han sido probados en animales.
  • PETA Cruelty-Free – Programa de la organización PETA, que indica que la empresa no apoya pruebas en animales en ninguna fase de producción.
  • Vegan Society – Si un producto lleva este símbolo, sabes que no contiene ingredientes de origen animal y que tampoco ha sido probado en animales.

En el mercado checo, cada vez aparecen más marcas locales que se adhieren orgullosamente a estos principios. La mayoría de las tiendas en línea ofrecen una amplia gama de productos certificados y transparentes sobre cómo fueron fabricados y de dónde provienen sus ingredientes.

Cosmética ética en práctica: Una historia inspiradora

Cuando Klára de Brno comenzó a enfrentar eczema, que le hacía la vida difícil, recurrió a cremas comunes de la farmacia. Después de varias semanas sin resultados, decidió probar cosmética natural de una marca checa que declaraba no probar en animales. No solo mejoró el estado de su piel, sino que también sintió un alivio psicológico. "Finalmente sentí que lo que usaba tenía sentido, no solo para mí, sino también para otros seres vivos", dice.


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Historias como estas están aumentando. Las personas se dan cuenta de que sus decisiones diarias tienen un impacto, ya sea en su salud, el medio ambiente o en los animales que no pueden hablar por sí mismos.

¿Por qué elegir cosméticos cruelty-free?

Los cosméticos éticos tienen más ventajas de las que parecen a simple vista, claro que no se trata solo de proteger a los animales, aunque eso suele ser la mayor motivación. Muchos de estos productos además no contienen químicos agresivos, por lo que tu piel y salud literalmente descansan. Y cuando compras algo de una marca que rechaza las pruebas en animales, apoyas empresas con valores y enfoques que se preocupan por el mundo que los rodea. A todo esto, muchas de estas marcas también piensan en la ecología, usan envases reciclables o ingredientes de fuentes locales, lo que le da aún más sentido a todo.

Sin mencionar que la tendencia de la cosmética cruelty-free también cuenta con el apoyo de personalidades conocidas e influencers en todo el mundo. Como dijo la actriz Alicia Silverstone: "Cambiar el mundo comienza con lo que nos ponemos en los labios".

¿Cómo empezar?

Si decides cambiar a cosméticos no probados en animales, no necesitas tirar inmediatamente todo lo que tienes en el baño. Comienza poco a poco, cuando se acabe tu producto actual, sustitúyelo por una opción más ética. Hoy en día, la oferta es tan amplia que puedes encontrar de todo, desde champús y desodorantes hasta cosméticos decorativos. Las tiendas en línea además ofrecen filtros convenientes según certificaciones y composición, por lo que la orientación es fácil incluso para principiantes.


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También puedes enfocarte en marcas locales que, además de un enfoque cruelty-free, a menudo apoyan otros valores como la producción zero waste o el comercio justo. Así, no solo apoyas a la naturaleza y a los animales, sino también a pequeños negocios y una economía sostenible.

La ética no es un lujo, es una elección

Quizás pienses que la cosmética cruelty-free debe ser más cara o menos accesible. Pero lo contrario es cierto. Gracias a la creciente demanda y mayor competencia, los precios hoy en día son muy comparables con los productos comunes. Además, el verdadero valor no está solo en el precio, sino en lo que apoyas con tu compra.

En un mundo donde cada decisión puede tener un impacto más amplio, la elección de cosméticos no probados en animales envía una señal clara: nos importa cómo vivimos, qué consumimos y cómo tratamos a otros seres. Y ese es un enfoque que merece convertirse en la norma, no en la excepción.

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