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Primeros signos de que se acerca el parto que debes conocer
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Señales del parto inminente: ¿Cómo saber que el bebé está por llegar?
El parto inminente es un período lleno de expectativas, emoción e incertidumbre para la futura mamá. Cada embarazo es único, al igual que el propio parto. Algunas mujeres experimentan cambios sutiles, mientras que otras pueden sentir señales muy claras de que su bebé pronto llegará al mundo. Pero, ¿cómo saber que el parto realmente se acerca? ¿Qué señales envía el cuerpo y qué no debería pasar desapercibido para ninguna futura mamá?
El cuerpo se prepara para el parto
La naturaleza es sabia y el cuerpo de la mujer se prepara gradualmente para el parto. Algunos cambios comienzan incluso semanas antes de la fecha prevista. Cada mujer los percibe de manera diferente: algunas apenas los notan, mientras que otras los sienten intensamente.
Una de las primeras señales del parto inminente es el cambio de posición del bebé. El bebé comienza a moverse hacia abajo en la pelvis, lo que puede causar una sensación de presión en la parte baja del abdomen. Este proceso se llama encajamiento de la cabeza en la pelvis y suele ocurrir unas semanas antes del parto, especialmente en primerizas. Este movimiento alivia la presión en los pulmones – la futura mamá puede respirar mejor, pero también puede sentir una presión incómoda en la vejiga, lo que lleva a orinar con más frecuencia.
Contracciones - ¿cómo reconocer las verdaderas?
Una de las señales más conocidas del parto inminente son las contracciones. Estas pueden aparecer semanas antes del parto real y no siempre significan que es hora de ir al hospital.
- Las contracciones de Braxton Hicks (también conocidas como falsas contracciones) son irregulares y pueden aparecer ya en el tercer trimestre. A menudo ocurren después de un esfuerzo físico, una caminata larga o deshidratación. A diferencia de las verdaderas contracciones de parto, son irregulares y generalmente desaparecen después de descansar.
- Las verdaderas contracciones de parto son regulares, se intensifican gradualmente y los intervalos entre ellas se acortan. Son más fuertes y no desaparecen ni cambiando de posición ni descansando. Si las contracciones aparecen en intervalos de cinco minutos y duran al menos un minuto, es hora de dirigirse al hospital.
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Cambios en el cuello uterino y expulsión del tapón mucoso
El útero se prepara para el parto al acortarse y dilatarse el cuello uterino. Este proceso varía individualmente: en algunas mujeres es lento durante varias semanas, en otras ocurre de repente en pocas horas. Uno de los fenómenos concomitantes es la expulsión del tapón mucoso – un moco espeso que durante el embarazo protegió el útero de infecciones.
La expulsión del tapón mucoso puede manifestarse como una secreción rosada o ligeramente sanguinolenta. Aunque es una de las señales claras del parto inminente, el parto en sí aún puede ocurrir varios días después.
Dolor de espalda, fatiga y una extraña sensación de calma
El parto inminente puede estar acompañado de dolor en la parte baja de la espalda y el sacro, relacionado con cómo el cuerpo se prepara para la llegada del bebé. El bebé presiona la parte inferior de la columna, lo que causa sensaciones incómodas similares a los dolores menstruales.
Algunas mujeres sienten un repentino aumento de energía, mientras que otras experimentan una fuerte fatiga. Este estado es causado por cambios hormonales: el cuerpo trata de conservar energía para el inminente parto.
Otra señal interesante es el llamado instinto de anidación. Algunas futuras mamás sienten la necesidad de limpiar intensamente, preparar la ropa del bebé o finalizar los últimos preparativos. Este instinto puede ser una señal de que el parto no está lejos.
Problemas digestivos y pérdida de peso
Los cambios hormonales también pueden afectar el sistema digestivo. Poco antes del parto, pueden aparecer diarrea, náuseas o pérdida de apetito. El cuerpo se limpia naturalmente y se prepara para el proceso de parto.
Algunas mujeres incluso notan una ligera pérdida de peso debido a la pérdida de líquidos y la disminución del apetito. Esta pérdida de peso es completamente normal y no representa ningún problema significativo para el bebé.
Rotura de la bolsa de aguas – señal para actuar de inmediato
La señal más clara de que el parto está por ocurrir es la rotura de la bolsa de aguas. El líquido amniótico puede salir de repente en un gran chorro, o solo gotear lentamente.
Si esto ocurre, es importante observar:
- El color del líquido amniótico – debe ser claro o ligeramente turbio. Si es verdoso, puede indicar la presencia de meconio (las primeras heces del bebé) y es necesario ir de inmediato al hospital.
- El tiempo desde la rotura del agua – si las contracciones aún no han comenzado, el parto puede empezar en unas pocas horas. En algunos casos, los médicos esperan, pero si el parto no comienza espontáneamente, puede ser necesario inducirlo.
¿Cuándo ir al hospital?
Muchas mujeres se preguntan cuándo es el momento adecuado para ir al hospital. Las señales del parto inminente pueden durar varios días o semanas, pero hay situaciones claras en las que no hay más que esperar:
- Contracciones regulares y cada vez más intensas que ocurren cada 5 minutos y duran al menos 60 segundos.
- Rotura de la bolsa de aguas, especialmente si está acompañada de un color verde o mal olor.
- Sangrado abundante o cualquier otro síntoma inusual que cause preocupación.
- Ausencia de movimientos del bebé – si el bebé deja de moverse o es menos activo de lo habitual, es necesario buscar atención médica de inmediato.
Las señales del parto inminente pueden variar en cada mujer. Algunas llegan lentamente y de manera sutil, otras aparecen de repente y sin aviso. Lo más importante es escuchar a tu cuerpo, mantener la calma y saber que cada parto es único. Ya sea que llegue lentamente o rápidamente, lo cierto es que pronto estarás celebrando la llegada de tu bebé al mundo.